Con Mi fortuna es amarte, Nicandro Díaz, productor, retrata a la sociedad actual, el amor y los barrios de la CDMX
Aunque hoy las series acaparan las miradas de todo el mundo, Nicandro Díaz dice que él y Televisa apostarán por una telenovela que incluso busca rescatar el melodrama tradicional.
En entrevista, el productor detalló que la razón por la que ahora apuesta por Mi fortuna es amarte se debe a que era algo que el público les pedía y ellos atendieron la petición del espectador.
“Nos preguntan mucho que porqué apostar a esta historia clásica y eso es lo que nuestro público quiere ver aunque ojo, que sea una telenovela clásica no quiere decir que no sea actual, narrar lo que hoy se vive en la ciudad, en nuestra sociedad , pero con un formato clásico que demuestre que pese a que hay más formatos televisivos, “la telenovela aún tiene su público”.
Para el productor, este nuevo proyecto también busca enaltecer a la Ciudad de México, al retratar sus olores, sonidos y paisajes. Para ello, se fueron a diversos barrios populares de la capital para mostrar lo que se vive ahí y las problemáticas a las que muchos mexicanos se enfrentan.
“El mensaje que esta historia quiere dar es que el amor siempre mueve al mundo, siempre gana”, dijo el productor.
Para este nuevo trabajo, Nicandro llamó a estrellas consagradas de las telenovelas como Susana González y David Zepeda, que compartirán créditos con Sergio Sendel, Carmen Salinas y Luis Felipe Tovar.
A este elenco se unen Chantal Andere, quien será la villana de la historia, y Michelle Vieth.
El melodrama, que llega a los hogares el 8 de noviembre a través de Las Estrellas, contará con el tema principal interpretado por La Sonora Santanera y Yuri, “Mi fortuna es amarte”.
Susana González explicó que se buscará retratar a la mujer actual, aquella que se convierte en el sostén de su familia y que pese a las vicisitudes logra prosperar.
“Es un personaje lleno de valores y que tiene una vida muy rica emocionalmente, y sobre todo en lo que ella cree y es muy firme en sus creencias”.
